Son muchas las personas que se plantean qué es la celulitis infecciosa. En principio, se trata de una enfermedad poco común que no afecta a un alto índice de la población. No obstante, a continuación, se explica más en detalle en qué consiste, cuáles son los síntomas y cómo se puede llegar a tratar esta infección. A pesar de que resulta dolorosa en un inicio por la inflamación, su tratamiento es sencillo y no hay de qué preocuparse, pues es altamente efectivo.

¿Qué es la celulitis infecciosa?

La celulitis infecciosa es una patología causada por bacterias entre las que destaca el Staphylococcus aureus o el estreptococo beta-hemolítico del grupo A. Estas dos bacterias penetran en la piel, introduciéndose en las capas más profundas de la piel a través de heridas y allí producen un cuadro típico infeccioso.
Este tipo de celulitis es bastante diferente a la celulitis blanda o flácida, que no tiene origen bacteriano. La conocida como celulitis blanda o piel de naranja es la que se debe a la retención de líquidos, acumulación de grasa o malos hábitos de vida.
La infecciosa no es una patología contagiosa, pero sí se recomienda iniciar un tratamiento cuanto antes para evitar complicaciones mayores.

Síntomas de la celulitis infecciosa

A continuación, se detallan algunos de los síntomas más frecuentes en el desarrollo de una celulitis infecciosa. Estos síntomas pueden desarrollarse de forma simultánea o solo hacerlo alguno de ellos. La mayor o menor aparición de los mismos indicará si la infección es más o menos intensa.

Irritación e inflamación

Los microorganismos que causan la infección suelen producir sustancias que inflaman e irritan la zona afectada. Estas partes del cuerpo suelen hincharse y mostrar un aspecto rojizo. Así mismo, es típico que se note picor y sensibilidad en la zona. Es importante que, llegados a este punto, se controle prudentemente el prurito, ya que si se rasca la zona podría irritarse más y eso producirá daños mayores.

Erupciones

La celulitis infecciosa también puede conllevar a la aparición de erupciones de sebo, una señal más de que hay bacterias implicadas en el proceso. La inflamación, irritación y las erupciones de sebo dependerán del grado de la infección y del tamaño de la herida a través de la que han entrado las bacterias.

Enrojecimiento y endurecimiento de la piel

Como consecuencia de la infección, la zona se enrojece. Además, es típico que la piel se endurezca. Esto se debe a la acción del sistema inmunitario en la herida, que intenta parar la infección actuando para combatir la proliferación de las bacterias.

Escalofríos y sudores

Como respuesta a la infección, nuestro sistema inmunitario responderá. Los glóbulos blancos reaccionan ante la presencia de microorganismos y producen unas sustancias conocidas como inmunoglobulinas. No obstante, es normal sentir escalofríos y sudores porque la acción del sistema inmune produce calor y puede provocar fiebre.

Fiebre

Como se comentaba, la fiebre es uno de los síntomas de la celulitis infecciosa, al igual que sucede con cualquier otra infección. Esto es frecuente por la acción del sistema inmunitario, que moviliza gran cantidad de recursos en el cuerpo y eso aumenta la temperatura corporal. Así mismo, la presencia de fiebre es otra de las reacciones del cuerpo para que los microorganismos no proliferen (la temperatura elevada acaba con las bacterias).

Tratamiento de la celulitis infecciosa

Si se sospecha que la celulitis puede tener origen infeccioso o aparecen los síntomas explicados anteriormente, lo recomendable es acudir al médico lo antes posible. Este profesional será el que valore el desarrollo de la enfermedad e indique cómo proceder, utilizando antibióticos o analgésicos.

Antibióticos

Para acabar con las bacterias, es necesario emplear antibióticos. Sin embargo, es muy importante elegir qué antibiótico utilizar en cada caso, pues no todos son igual de efectivos. Estos antibióticos se tomarán durante una o dos semanas a través de la vía oral, según la prescripción médica. El profesional será el que aconseje la ingesta simultánea de probióticos para evitar la desaparición de la flora en otras zonas del cuerpo.

Analgésicos

En los casos en que también haya dolor asociado o bien que se quiera reducir la inflamación, pueden emplearse analgésicos. Nuevamente, serán las indicaciones del médico las que hay que seguir para obtener los mejores resultados.

En definitiva, la celulitis infecciosa es una afección que nada tiene que ver con la típica piel de naranja. Si se tienen los síntomas explicados, habrá que consultar con un profesional médico que realice un diagnóstico y tratamiento adecuado para acabar con esta infección.