Los puntos rubí en la piel son también conocidos como microangiomas. Se trata de unas marcas cutáneas que se elevan sobre la piel y que son de color rojo o morado. Suelen aparecer en el tronco o en la cara mayoritariamente, aunque en algunas ocasiones pueden encontrarse en las extremidades. Dentro de los angiomas, que son siempre benignos, se distinguen los puntos rubí y los angiomas planos.
¿Por qué aparecen los puntos rubí en la piel?
El motivo fundamental de la aparición de estas lesiones en la piel es el propio envejecimiento natural. No obstante, otros factores que afectan a la piel pueden acelerar el mismo.
Otra de las razones por la que los puntos rubí aparecen es la genética. El componente familiar es uno de los más importantes y varios miembros de una familia suelen padecer esta afección, si bien es cierto que, por lo general, suele desarrollarse a partir de los 40 años de edad. Estos puntos rubí surgen por dilatación de los capilares sanguíneos y esto se debe a una alteración vascular. Estos problemas relacionados con los vasos frecuentemente se transmiten en las familias y por ello, el motivo genético es uno de los más destacados.
Por otra parte, cabe destacar lo que la eliminación de estos puntos atiende únicamente a razones estéticas. El origen de los mismos es completamente benigno y no tienen por qué convertirse en malignos. Sin embargo, sí resulta recomendable acudir al médico para que este sea el que diagnostique si realmente se trata de un angioma o es otro tipo de lesión.
¿Cómo eliminar los puntos rubí o microangiomas?
Los puntos rubí pueden hacer aparición en diferentes partes del cuerpo, aunque lo más común es que se manifiesten en la espalda y el pecho. Su apariencia es rojiza, abultada y con un tamaño de entre 1 y 2 milímetros. Estos puntos no desaparecen por sí solos y suelen abundar más con el tiempo. A continuación, se recogen los mejores tratamientos y formas para disimularlos:
Electrocoagulación corporal
Es el tratamiento más utilizado para la eliminación total de los puntos rubí. Este método emplea la cirugía para realizar un corte y así eliminar el angioma. En su ejecución, emplea una corriente eléctrica de intensidad elevada gracias a la acción de un electrobisturí. En una sola sesión de unos minutos se observa un resultado muy efectivo.
Además, no resulta doloroso (se emplea anestesia) y no requiere ningún tiempo de recuperación ni puntos de sutura. Este tratamiento de electrocoagulación mejora el aspecto de la piel y puede utilizarse también para eliminar arrugas u otras imperfecciones. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunos consejos para disminuir la aparición de angiomas y tratar la piel adecuadamente tras la intervención.
Hidratación de la piel y uso de la protección solar
El sol es uno de los factores que más influye sobre el envejecimiento prematuro de la piel, por lo que hay que protegerse de él.
Llevar una vida sana y equilibrada
Especialmente centrándose en la alimentación, pues esto favorecerá el aspecto cutáneo. Para ello, se recomienda la ingesta de alimentos ricos en aceites insaturados como el de oliva y especialmente aceites omega 6 y omega 3, presentes en pescados azules. La hidratación diaria con agua es otro de los hábitos que debes incorporar para mejorar el aspecto de tu piel.
En definitiva, los puntos rubí en la piel se producen por el envejecimiento de la misma o bien por la influencia genética. Pese a que es cierto que no derivan en lesiones malignas, en ocasiones decidimos eliminarlos por motivos estéticos. Para ello, se puede recurrir a tratamientos como la electrocoagulación. Asimismo, te recomendamos seguir unos hábitos de vida saludables encaminados a la prevención de los mismos.