La pérdida de colágeno e, incluso, una mala postura, pueden dar lugar a la formación de grasa bajo la barbilla. Pero, ¿por qué sale la papada?, ¿cuáles son sus causas? Analizaremos detenidamente el origen de este problema estético, uno de los complejos físicos más comunes entre personas de ambos sexos.
¿Qué es la papada y por qué se forma?
La papada o doble mentón es ese abultamiento que algunas personas, incluso delgadas, presentan bajo el mentón y que rompe la línea horizontal que esta zona debe tener, para mostrar un cuello más esbelto y firme.
En su origen intervienen varios componentes:
- La presencia de un exceso de grasa subcutánea.
- Una piel en ocasiones demasiado pesada que se descuelga aumentando el volumen de ese acúmulo. En otras ocasiones, la piel no es excesivamente gruesa, pero sí poco firme, y se descuelga igualmente contribuyendo a la formación del doble mentón.
- La falta de soporte a nivel del esqueleto del tercio inferior del rostro, cuando el mentón o la mandíbula están poco desarrollados y no contribuyen a sujetar la piel de esa localización.
Es obvio que además de los aspectos asociados a la herencia genética, hay otros que contribuyen a debilitar la piel y acumular grasa bajo el mentón, favoreciendo el desarrollo de la papada, como son los siguientes:
- Exceso de peso.
- Adelgazamientos bruscos.
- Alimentación poco equilibrada.
- Abuso de sol sin protección.
- Consumo de alcohol, tabaco y sustancias tóxicas.
En los últimos años, asociado al uso prolongado de los dispositivos móviles, se habla del denominado cuello tecnológico. Se describe como la papada generada por la postura encorvada del cuello asociada al uso del teléfono móvil
Cómo prevenir la aparición de la papada
Podemos considerar algunas soluciones como evitar una mala alimentación que favorezca la ganancia de peso, así como dejar de fumar. Ambos son modos de prevenir el descolgamiento de la piel cuando no entran en juego los componentes genéticos.
Con respecto a las cremas preventivas, las adecuadas son las que tienen efecto reafirmante y lipolítico gracias a componentes como el ácido hialurónico, el silicio, la cafeína, los péptidos biomiméticos reafirmantes, el retinol, los alpha hidroxiácidos, la niacinamida, la vitamina E…
También es importante realizar ejercicios específicos en la zona para conseguir que los músculos del cuello pierdan elasticidad y grasa. Algunos de los más recomendados son los siguientes, que deben realizarse entre 3 y 4 veces por semana:
- Elevar la cabeza y lanzar un beso al aire mirando hacia el techo. Hay que quedarse en esa posición entre 10 y 15 segundos.
- Abrir la boca todo lo posible mirando al frente, sacar la lengua y mantenerla unos segundos fuera, recoger la lengua y continuar con la boca abierta otros 5 segundos.
- Eleva tu rostro hasta mirar al techo y saca la mandíbula hacia delante tanto como puedas. Mantén esta posición durante 10 segundos.
- Delante de un espejo, sonríe tanto como puedas con los dientes encajados y sin separarlos. Aguanta esa posición durante unos segundos.
- Pronuncia las vocales de manera exagerada y mantén la boca lo más abierta posible mientras las dices.
Tratamientos para el doble mentón
Aunque el paciente puede contar con tratamientos quirúrgicos para eliminar la papada, existen otros no intrusivos que producen resultados gratificantes. Son los siguientes:
- Radiofrecuencia. Se aplica en la zona a tratar un gel que hará de conductor para las ondas electromagnéticas y se procede a masajear la zona con el aparato de radiofrecuencia. Los resultados de este tratamiento producen un efecto similar al lifting, pero sin los riesgos que trae consigo la cirugía.
- Mesoterapia. Sirve para reducir esa grasa sobrante de cualquier zona del cuerpo que se desee eliminar pudiendo servir como tratamiento junto a otros métodos de reducción de papada.
- Hilos tensores. Se aplica sobre la dermis mediante pequeñas agujas pero sin requerir sutura. El cuerpo reabsorbe los hilos tensores en la papada lentamente produciendo un efecto lifting.
Además, una alimentación adecuada o una dieta puede funcionar y se debe mantener para evitar que aparezca de nuevo la papada, pero siempre controlada por un especialista en dietética y nutrición.
La papada es, de por sí, una causa fortuita en muchas personas. Mientras que unas la adquieren por unos hábitos de vida poco saludables, como la mala alimentación o el tabaquismo, otros se encuentran con el factor genético o una pérdida de peso elevada. Consulta en nuestro centros Hedonai la mejor fórmula para ponerle fin o reducirla.