El acné es una afección común que sufren millones de personas en el mundo. Aunque siempre se ha relacionado con jóvenes, también es común en adultos, creando problemas estéticos serios que pueden dejar cicatrices. La luz pulsada para el acné es una combinación ideal para acabar con este problema. Aunque la cantidad de sesiones de este tratamiento se determinará según la gravedad de cada caso, lo más normal es que con cuatro o cinco sea suficiente.
Luz pulsada y acné: número de sesiones necesarias
La luz pulsada trabaja a través de ondas de distintas intensidades que se adecúan al tipo de acné. Por ello, las sesiones necesarias dependerán en gran manera del tipo de afección y de la intensidad o gravedad de esta. Tenemos que entender que no se puede tratar del mismo modo un acné residual, un acné activo o cicatrices que este haya dejado. Por este motivo, cada paciente debe recibir un diagnóstico personalizado y adecuado a su piel.
No obstante, se van a necesitar un mínimo de entre tres y cinco sesiones con una frecuencia semanal para notar resultados. Aun así, puede darse el caso de que haya casos de acné más agudos que requieran siete o hasta ocho sesiones para eliminarlo por completo.
Las sesiones de mantenimiento pueden ser requeridas en los casos de piel grasa, que es la más afectada por el acné. En estos casos suele aconsejarse una sesión de mantenimiento cada dos meses. Esto con el objetivo de que el efecto dure más tiempo y la piel se mantenga en buen estado.
Las sesiones necesarias de luz pulsada dependerán del tipo de acné y de la intensidad o gravedad de este.
La importancia de contar con asesoramiento cualificado
En el caso de que sufras de acné activo, es decir, que lo tengas aflorando en este momento, o bien residual, o cicatrices de acné, la luz pulsada será la solución perfecta a esta pesadilla. Sin embargo, debes acudir a profesionales cualificados que te hagan un diagnóstico personalizado en tu caso para que recibas las sesiones necesarias según el estado y tipo de tu piel. También te indicará las sesiones de mantenimiento que debes aplicarte y cada cuánto tiempo.
Este último punto es importante, porque como comentamos al principio, la luz pulsada y el acné están relacionados por la intensidad. Es decir, cuánto más profundo o grave sea el acné, mayor intensidad de ondas se utilizarán en el tratamiento.
El IPL trabaja emitiendo una luz que se percibe como calor y que es capaz de acabar con las bacterias del acné y reducir el sebo que lo provoca. Ha demostrado ser eficaz para el tratamiento del acné moderado y severo. Por ello se ha convertido en la solución para quienes viven acomplejados por las marcas que el acné provoca en su piel.
No hay efectos secundarios de este tratamiento, y se puede llevar una vida completamente normal tras cada sesión. Solo se requiere no aplicar productos agresivos sobre esta zona de la piel, al menos en los 15 días posteriores a las sesiones. Tampoco recurrir a tratamientos como el peeling o las abrasiones.
Por tanto, la luz pulsada para el acné es ideal para conseguir una piel tersa y sin imperfecciones, eliminar esta afección y conseguir un mejor aspecto y una mayor autoestima. En Hedonai utilizamos la tecnología más innovadora para llevar a cabo este tratamiento, y te garantizamos resultados profesionales desde la primera sesión. Pásate por tu centro más cercano, y deja que nuestros profesionales te hagan un diagnóstico gratuito y personalizado.