Uno de los errores que cometemos es pensar que la piel seca y deshidratada son lo mismo. Esto nos impide escoger el tratamiento adecuado en cada caso, por lo que el problema no solo persiste, sino que empeora. Cuando la piel sufre alguno de estos problemas, es probable que presenten síntomas similares, pero lo cierto es que las diferencias entre piel seca y deshidratada son muy latentes. ¿Te gustaría conocerlas?
¿Qué es la piel seca?
La piel seca no es una afección grave, ya que es un tipo de piel. Pero si queremos lucir una piel bonita y con brillo debemos tratar el problema adecuadamente. Los climas extremos, el agua caliente, el aire e incluso la contaminación empeoran la condición de piel seca. ¿Cómo saber si tu piel es seca? Si presenta alguno de los siguientes síntomas:
- Sensación de tirantez, sobre todo tras la ducha u otro tipo de contacto con el agua.
- Dilatación de los poros.
- Aspereza.
- Picor.
- Grietas.
- Color apagado y sin brillo.
- Enrojecimiento.
- Grietas.
Estos síntomas no solo se pueden ver en la cara, sino en cualquier parte del cuerpo. Este problema puede empeorar el estado de la piel y causar signos difíciles de combatir. Gracias a que ya sabes los síntomas que presenta, debes estar atenta para aplicar tratamientos eficaces que terminen con el problema. Ten cuidado con:
- El clima. Cuida con más empeño tu piel en invierno, hidratándola en profundidad. En verano, debes cuidar el tiempo de exposición al sol, usar protectores e hidratar muy bien tras las duchas.
- El calor excesivo, como el del agua caliente de las duchas, reseca la piel rápidamente.
- Los productos químicos de piscinas y jacuzzis también son detonantes para la piel seca.
- Jabones y geles abrasivos, ya sean los que se usan en la piel o en la ropa.
- Si ya has pasado la barrera de los 40, la piel tiende a resecarse mucho más, por lo que los cuidados específicos deben aumentar.
Las grietas provocadas por la piel seca pueden ser la puerta de entrada a bacterias, de ahí que sea tan importante tratarla. Se pueden usar humectantes, jabones naturales, aceites y evitar al máximo que podamos el contacto con el agua.
¿Cómo saber si tienes la piel deshidratada?
La piel deshidratada es un suceso pasajero y completamente reversible, ya que es causado por factores cambiantes. Podemos saber que la tenemos deshidratada si sentimos tirantez en lugares específicos y de manera puntual, tal vez aspereza y descamaciones.
A diferencia de lo que se pueda pensar, existe la piel grasa deshidratada, ya que no es una condición que afecte únicamente a la piel seca. Existen diversos síntomas de la piel deshidratada, que te darán la clave para saber si tienes que ponerle remedio.
Una de las causas principales que se esconden tras la deshidratación de la piel es la falta de agua en el organismo, que afecta a la piel. Sí, porque la piel no solo hay que hidratarla desde fuera, sino también desde dentro. También es probable que estemos faltando a nuestra rutina de hidratación y usando geles y productos abrasivos que inciden negativamente en ella.
Diferencias entre piel seca y deshidratada
¿Cuáles son entonces las diferencias entre piel seca y deshidratada? Pues bien, la piel seca es una condición con la que nace una persona, normalmente heredada genéticamente. Esto quiere decir que una persona que tenga la piel seca la tendrá toda su vida, aunque con el tratamiento y los productos adecuados puede mantenerla bonita y con brillo.
Las grietas provocadas por la piel seca pueden ser la puerta de entrada a bacterias, de ahí que sea tan importante tratar adecuadamente este tipo de piel. Dra. Carmen Ibarreche, doctora en Medicina y Cirugía.
La piel deshidratada, por su parte, es una afección que puede revertirse y devolver la piel a su estado natural. Se trata de un problema causado por descuidos o factores externos que suceden de manera única. Por tanto, recuperando la hidratación externa e interna de nuestra piel, el problema desaparecerá. Esto se consigue ingiriendo suficiente agua, aplicando hidratantes y acudiendo a un centro de medicina estética que nos haga un tratamiento adecuado e indicado para nuestro problema.
- Consejos para hidratar una piel deshidratada. Usa un limpiador suave y una crema de hidratación profunda de día. Por la noche, una mascarilla regeneradora que incluya aceites naturales como el de almendra o argán te ayudará a que la piel se recupere mientras duermes. La mesoterapia facial mejorará mucho tu problema.
- Consejos para tratar la piel seca. El limpiador facial debe ser suave, no abrasivo, y contener activos hidratantes, como puede ser algún tipo de aceite o el aguacate. Evita las cremas hidratantes con alcoholes y parabenos, y usa aquellas con nutrientes que no solo aporten humedad a la piel, sino que la nutran en profundidad para que se vea con más vitalidad y brillo. Las mascarillas ricas en vitaminas y aminoácidos te serán de gran ayuda.
Como ves, las diferencias entre piel seca y deshidratada son claras. Ambos problemas pueden tratarse para mejorar el aspecto de tu piel, aunque los resultados más profesionales y duraderos siempre los tendrás de la mano de un centro estético cualificado.