Es necesario establecer la diferencia entre sobrepeso y obesidad con el fin de encontrar el mejor tratamiento para ambos casos. Aunque la forma de reconocerlos es mediante la báscula, es necesario tener en cuenta varios factores, como el índice de masa muscular y la estatura. En ocasiones, estos términos se usan de manera indistinta, pero hay que saber diferenciarlos ya que no poseen un significado similar.
Sobrepeso y obesidad: sus principales diferencias
Hablar de sobrepeso no es lo mismo que referirse a la obesidad. En ocasiones puede darse que la línea que los separa es muy estrecha. Por un lado, lo que puede ser un problema fácilmente controlado, por otro, es posible que requiera de una atención más especializada. Aunque es cierto que ambos representan un riesgo para la salud, veamos sus diferencias:
- El índice de masa corporal (IMC) marca la diferencia entre un término y otro. En el sobrepeso nos vamos a mover en un porcentajede IMC inferior al que nos determina la obesidad. En el hombre vamos a encontrar que para determinar sobrepeso tendremos un IMC que excede un 20 a 25% por ciento del peso normal, si nos encontramos a obesidad vamos más allá del 25 % . Los números en la mujer cambian, porque se considera que su organismo genera más grasa que el del hombre. Así, cuando el IMC supera del 25 al 30 % de su peso normal, se hablará de sobrepeso, siendo obesidad al superar el 30 %. El IMC se calcula resolviendo una sencilla fórmula, partiendo del peso dividido por la estatura al cuadrado.
- Las causas por las que se dan ambos casos suelen ser diferentes. Por lo general, para llegar a la obesidad, muchas personas han comenzado mostrando sobrepeso. Lo que puede determinarse como un problema exclusivo de la alimentación, no siempre deriva de ahí. El sedentarismo es otra causa conocida que, por lo general, suele acompañarse de una dieta rica en grasas. Aparte de seguir hábitos no saludables, se dan problemas derivados de la genética o enfermedades de origen metabólico, así como el consumo de ciertos medicamentos que pueden desencadenar en un estado de obesidad.
¿Está relacionado con la celulitis y la grasa localizada?
No siempre se pueden relacionar la celulitis y la grasa localizada con el sobrepeso y la obesidad, pero es cierto que en todos los casos pueden darse factores comunes. Como el anteriormente mencionado sedentarismo, en este caso sí se vincula en algunas personas la aparición de celulitis y grasa localizada. Podemos decir que cuando una persona padece de grasa localizada lleva parejo un problema de celulitis, pero no al revés. Esto es debido a que la celulitis, que también la pueden padecer personas delgadas, es un problema derivado de una alteración circulatoria donde el drenaje de las toxinas se enlentece debido a una deficiente microcirculación.
Para estos problemas de exceso de grasa corporal y celulitis, existen varios tratamientos específicos para su reducción:
- La mesoterapia corporal, apta para combatir la celulitis y la grasa localizada, se lleva a cabo mediante microinyecciones superficiales, en distintas sesiones, según indique el especialista en cada caso.
- El tratamiento anticelulítico reductor consiste en aplicar un revitalizante bionatural, además de silicio orgánico, con el fin de tensar la piel y estimular los tejidos.
- La sonohidrolipólisis es perfecta para tratar la grasa localizada. Se aplica en tres fases: primero con un suero hipotónico ( de baja concentración) en el área al que, seguidamente, se le va a administrar ultrasonidos (cavitación), que logra romper el tejido graso. Finalmente, el masaje mecánico de presoterapia culmina el tratamiento.
Como hemos indicado, la obesidad y el sobrepeso, aunque son problemas completamente distintos, tienen muchos factores en común, como la excesiva acumulación de grasa en el cuerpo.
La celulitis y la grasa localizada pueden pueden derivarse del sobrepeso y obesidad, teniendo tratamiento y pudiendo resolverse a tiempo si realizamos el tratamiento adecuado.