Saber cuánto duran los hilos tensores es la pregunta que muchas personas interesadas en este tratamiento estético se realizan. Todos los que lo han probado destacan sus resultados para evitar la flacidez, manteniendo la expresión natural del rostro.
Debido a que no presentan los efectos secundarios de otras intervenciones y no supone una intervención quirúrgica, es elegido por muchas personas que buscan mantener determinadas zonas del cuerpo firmes y turgentes.
¿Dónde se pueden aplicar?
Los hilos tensores se colocan con una aguja, pero sin necesidad de sutura. Al ser biocompatibles, el organismo los absorbe sin problemas, dando la oportunidad de aplicarlos en muchas partes del cuerpo.
Sus resultados son sorprendentes, dando efecto de rejuvenecimiento en distintas zonas del rostro. Las cejas, los pómulos y mejillas son zonas que se consiguen restaurar el tejido a su emplazamiento original corrigiendo el efecto gravitatorio que se produce en un tejido con flacidez.
El uso facial de esta técnica es la más utilizada, pero además permiten tratar otras partes del cuerpo, como el cuello. También es perfecto para los muslos y los glúteos, ofreciendo un aspecto terso.
En la zona de los antebrazos proporciona una piel lisa, al igual que en el abdomen, combatiendo la piel caída. Si la paciente lo desea, el tratamiento puede dirigirse a los senos, logrando alzarlos de manera eficiente.
¿Cuánto dura el efecto de los hilos tensores?
Al contener ácido poliláctico o polidioxanona, son productos reabsorbibles y el cuerpo los va incorporando al organismo de manera natural. Del mismo modo, estimula la producción de colágeno epidérmico, tan necesario para ese efecto elástico de la piel. Esto otorga una mayor flexibilidad en la misma, al mismo tiempo que suavidad.
Sin duda, produce un efecto lifting sorprendente al estirar esas zonas de la piel que se muestran más flácidas, ya sea por el paso del tiempo o tras haber perdido esos kilos de más.
Mientras que apenas se requieren entre media hora y una hora para realizar el tratamiento, la duración de los hilos oscila entre los 12 y 18 meses. Aunque existe un
efecto inmediato, se observan los primeros efectos a partir de las tres semanas después de la intervención. No obstante, será alrededor del tercer mes cuando se comprobarán los efectos deseados.
El proceso de absorción suele comenzar en torno al sexto mes, alargándose al octavo, pudiendo disfrutar el paciente durante año y medio del resultado de este tratamiento. De la misma forma, una nueva aplicación se puede realizar una vez que hayan pasado los efectos de la anterior. En algunos casos, el especialista puede recomendar esperar a los dos años después de la primera intervención.
¿Existe alguna contraindicación?
Existen un número de consejos antes de llevar a cabo este tratamiento. Para empezar, se recomienda esperar la implantación de este método si el paciente ha tenido una reciente intervención quirúrgica.
También hay que tener especial precaución ante la toma de anticoagulantes y antiinflamatorios.
El especialista indicará al paciente, tras un examen detallado, si este tratamiento es o no idóneo en su caso, ya que se requiere cierta elasticidad epidérmica para aplicarlo.
¿A qué edad y en qué época del año son más demandados?
Muchos de los usuarios interesados en este tratamiento suelen tener más de 35 años. Invariablemente del género, existe una demanda por igual entre hombres y mujeres, habiendo aumentado los primeros el porcentaje de asistencia estética en los últimos tiempos.
Después del verano hasta la época navideña es la temporada en la que más se solicita este tratamiento. Esto es debido la larga duración de los resultados y las ganas de lucir sus efectos durante las etapas de calor, sobre todo si se han aplicado los hilos en diferentes zonas del cuerpo.
Como hemos examinado, debido a sus múltiples beneficios, que no necesita cirugía y su fácil aplicación, esta técnica ha sido también denominada como hilos mágicos. Esto se debe a que han conseguido superar las expectativas de miles de pacientes en las últimas décadas por sus resultados prolongados a lo largo del tiempo.