Cavitación y radiofrecuencia son dos técnicas de medicina estética que persiguen eliminar la grasa localizada y mantener firme la piel. Se trata de dos tratamientos diferentes, que a su vez son complementarios.
Las sesiones con ambas técnicas permiten resolver la preocupación del 73 % de la población que considera la grasa corporal como su principal preocupación estética, según una investigación farmacéutica.
¿Qué es la cavitación y qué beneficios te aporta?
La cavitación es un tratamiento de medicina estética que es capaz de disolver la grasa localizada. Su mayor logro es que puede reducir la grasa de las zonas más difíciles sin necesidad de pasar por el quirófano. Esta técnica consiste en la aplicación de ultrasonidos. Los ultrasonidos crean en el interior de las células grasas unas burbujas que implosionan. El resultado es que disuelven la grasa. La grasa, finalmente, se transforma en líquido que se expulsa por la orina y el sistema linfático. Y, además, este tipo de tratamiento aporta numerosos beneficios:
- Esta técnica no causa dolor.
- Sus resultados son los mismos que los de la liposucción sin necesidad de someterse a una operación.
- Los resultados son visibles desde las primeras sesiones.
- No deja ninguna marca o cicatriz en la superficie de la piel.
- Estimula la circulación de la sangre.
- Aporta un aumento visible del tono y la elasticidad de los tejidos. En pocas palabras, tonifica los músculos.
- Hace desaparecer, definitivamente, la celulitis.
- Es buena para regular el tránsito intestinal y promueve la generación de colágeno.
Estas son las ventajas de la radiofrecuencia
La radiofrecuencia combate la flacidez y la celulitis a través de radiaciones electromagnéticas aplicadas sobre la superficie de la piel. Estas radiaciones aumentan la temperatura de las diferentes capas de la piel. De esta forma puede llegar, incluso, a las capas más profundas de la dermis sin dañar la epidermis mientras se trata la zona.
¿Cómo se consiguen estos efectos? La radiofrecuencia es la responsable de la retracción del colágeno y de las fibras envejecidas de la piel. Estas acciones permiten la formación de nuevas fibras. ¿Cuáles son sus ventajas? Te las contamos.
- Por su propia naturaleza, esta técnica actúa desde el interior de la piel.
- Consigue regenerar y crear colágeno nuevo. Y lo hace desde las capas más profundas de la piel. En consecuencia, la piel recupera su firmeza y se vuelve más elástica.
- Igual que la cavitación estimula la circulación de la sangre. En este caso, es a consecuencia del efecto de las ondas electromagnéticas.
- Los líquidos y las toxinas acumuladas en la piel de naranja disminuyen gracias al drenaje linfático.
Cavitación y radiofrecuencia: la combinación perfecta
Ahora que conoces las dos técnicas no resultará difícil atar cabos para poder sostener, sin lugar a duda, que la combinación de ambas técnicas es perfecta para mantener una piel tersa, firme y sana. Tras la cavitación la piel suele perder tensión o presenta pequeñas arrugas o pliegues. En estos casos, la radiofrecuencia es ideal porque aporta los beneficios a la piel del colágeno.
De esta forma, hace posible lucir una piel firme y teresa. Asimismo, rellena las arrugas y la piel recupera su aspecto hidratado, elástico y firme. Esta combinación es perfecta. Así, la cavitación y la radiofrecuencia permiten no solo que te olvides de la grasa acumulada, sino que no te preocupes por la flacidez.
Estas técnicas de medicina estética son esenciales para recuperar el buen estado de la piel. No obstante, en el transcurso de tratamiento has de adoptar un nuevo estilo de vida para que estos resultados sean duraderos y tu piel se mantenga lisa y firme. Así, debes hacer ejercicio físico y mantener una alimentación equilibrada.
Sin embargo, estos tratamientos se han de evitar en determinados escenarios. No los puedes recibir en caso de estar embarazada o en periodo de lactancia. Del mismo modo, no se aconseja para personas que llevan un marcapasos o prótesis metálicas. Ni tampoco para aquellas personas que tienen el colesterol alto o triglicéridos. Por ello, antes de someterte a uno de estos tratamientos será un especialista médico el que supervise tu estado de salud.
En resumen, unir la cavitación y la radiofrecuencia ofrece grandes beneficios para el paciente que disfruta de un tratamiento de medicina estética. En los centros médicos Hedonai apostamos por las soluciones estéticas que mejoren tu calidad de vida.