El cuidado de la piel y su buen estado constituyen una duda constante para quienes se preocupan e interesan por su salud. Son multitud los complementos alimenticios, cremas y productos similares que colaboran en esta tarea. En la actualidad, uno de los más populares es la astaxantina por sus propiedades antioxidantes y rejuvenecedoras.
Este suplemento se está convirtiendo en un ingrediente más de muchas dietas. Pero ¿da los resultados esperados? ¿realmente tiene beneficios? Analizamos todas las características de este antioxidante.
¿Qué es la astaxantina y para qué sirve?
La astaxantina es un caratenoide (pigmento orgánico) que aporta el color rojo a algunos animales como los flamencos, al salmón o a los langostinos. La producen unas micro algas que forman parte del alimento habitual de estas criaturas. A su vez, es un antioxidante potente que contribuye a combatir el estrés oxidativo y que reporta numerosos beneficios para la piel y la salud celular.
De hecho, es el antioxidante más eficaz cuando se trata de la captación de radicales libres, lo cual mejora el estado de la piel respecto a las marcas de envejecimiento como arrugas o manchas.
La astaxantina se está empleando cada vez más en el campo de la belleza, ya que como antioxidante repara y regenera los daños en la piel que provoca el estrés oxidativo. Estudios recientes sobre este carotenoide han demostrado ser, además de un eficaz antioxidante, constituye un activo protector del colágeno. En otras palabras, retrasa la disminución de este ralentizando los efectos del paso de los años.
Por estos motivos, la astaxantina está abriéndose paso en la cosmética, pero también desempeña un papel importante en el ámbito de la salud.
El efecto de los antioxidantes hace que las reacciones de oxidación que generan los radicales libres disminuyan o se retrasen para que, de esta manera, no dañen las células. A esta propiedad se le suma su capacidad antiinflaamtoria, pudiendo, según estudios recientes, prevenir algunas enfermedades inflamatorias crónicas o de origen cardiovascular y gastrointestinal, entre otras.
Beneficios y contraindicaciones de este suplemento
Por una parte, los beneficios de tomarlo recaen en la protección. Por sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios, puede proteger los ojos de los efectos dañinos del sol. Incluso, se tiene constancia de algunos estudios que indican la posibilidad de preservar con eficacia las neuronas. De esta manera, podría retrasar los efectos del deterioro cognitivo que se produce como consecuencia de la edad.
Otra serie de estudios han mostrado una mejora del flujo sanguíneo, así como la disminución de la presión arterial en ciertos pacientes. Así mismo, una de sus propiedades podría ser la potenciación de la salud cardiovascular, la resistencia o una más rápida recuperación tras la actividad física.
En cuanto a la belleza, puede mejorar el estado de la piel, pero no hay nada probado científicamente a este respecto.
En el lado opuesto, se hallan las contraindicaciones del consumo de este antioxidante. Una de ellas radica en la reacción alérgica que puede provocar su ingesta, en especial, si se trata de personas con alergia o sensibilidad a los carotenoides.
Además, el consumo en exceso de la astaxantina puede generar alteraciones en la pigmentación de la piel, llegando a conferirle un color amarillento.
La toma de este carotenoide mezclado con alguna medicación, puede derivar en efectos secundarios no deseados. Por ejemplo, si se consume al mismo tiempo que ciertos tratamientos hormonales o junto a la toma de otro suplemento.
Por todo ello, antes de consumir este o cualquier otro complemento alimenticio, se debe consultar a un profesional médico estético.
La astaxantina y las manchas en la piel
Uno de los beneficios más extendidos y conocidos de la astaxantina reside en su papel como reductor de las manchas en la piel. Respecto a esta propiedad todavía no existen estudios suficientes que prueben la disminución significativa de las manchas.
Hay que tener en cuenta, de forma especial, la capacidad del suplemento para preservar la piel con la humedad adecuada, así como para frenar la actuación de los radicales libres. Aspectos que derivan en una piel más firme, sana y joven.
Este efecto es más favorable en personas de mediana edad y, en los mismos estudios mencionados, se ha visto una posible reducción de la descamación de la piel del rostro.
Las manchas en la piel pueden estar causadas por varios motivos. El más común es el envejecimiento, relacionado con la exposición a la radiación solar. Eliminar o reducir estas manchas requiere una serie de tratamientos y métodos que requieren ser llevados a cabo por profesionales.
Por ello, consumir la astaxantina no es la manera más eficaz para eliminar las manchas surgidas con el paso de los años. Ponerse en manos de profesionales que ofrecen técnicas adecuadas para su reducción es la opción más aconsejable y eficiente.
Los mejores tratamientos para una piel sin manchas
- La luz pulsada. Un método eficaz contra las manchas que emplea una luz de alta intensidad para suprimirr irregularidades, en este caso las manchas, e imprimir al rostro una apariencia rejuvenecida.
- El peeling químico. Consiste en la aplicación de productos específicos sobre la piel para erradicar las imperfecciones. Este método siempre ha de implementarlo un profesional previo diagnóstico de la situación dermatológica.
- Microdermoabrasión. Con este tratamiento se suprime toda la piel muerta de la capa superficial de la piel del rostro mejorando su aspecto y rejuveneciéndolo.
Como vemos, los suplementos alimenticios están de moda, y entre ellos, la astaxantina que atesora varias propiedades beneficiosas, así como algunas contraindicaciones. Ante las manchas cutáneas, la mejor opción es siempre acudir a un médico estético experimentado que determine el tratamiento más adecuado para cada caso. De esta manera, la eficacia y la seguridad estarán garantizadas.