El otoño ya ha aterrizado y el invierno comienza a asomarse por la esquina. Los cambios en la temperatura afectan a la salud, pero también a la piel. Por ello, uno de los tratamientos más recomendados son los que contienen alfa hidroxiácidos, que aportan a la piel hidratación, exfoliación y rejuvenecimiento.
¿Qué son los alfa Hidroxiacidos y para qué sirven?
Los alfa hidroxiácidos son ácidos orgánicos que están presentes en la naturaleza y que los contienen varios tipos de plantas, frutas o incluso alimentos. Estas pequeñas moléculas se absorben rápidamente en la piel. Penetran en ella de forma profunda y actúan en la capa tanto superficial como intermedia. El resultado de utilizar este tipo de activo es rápido y visible en poco tiempo.
Estos ácidos son hidrosolubles y sirven para exfoliar y eliminar las capas de piel muerta que va acumulando. Esto último se consigue a través de la disminución de las uniones que se establecen en la piel y de esta forma se desprenden las células muertas de manera natural. Así se consigue luminosidad y se reducen las arrugas y manchas que aparecen debido a la edad.
Además, la función exfoliante de los ácidos hidroxiácidos renueva el aspecto que tiene la piel ya que favorece que el propio cuerpo genere colágeno que sirve para aumentar el grosor de la dermis, lo que se traduce en un aspecto más juvenil. Esto también aporta mayor flexibilidad, turgencia y luz al cutis.
Además, este tipo de ácidos hidratan la piel en profundidad, en concreto el lactobiónico o el láctico que ayudan a captar agua para la piel y evitan su deshidratación.
¿Cómo actúan en la piel?
En la piel, los hidroxiácidos actúan aportando todas las ventajas mencionadas, comenzando por una hidratación que llega a la capa más superficial del rostro eliminando la piel muerta y favoreciendo la creación de colágeno. Esta actuación de los ácidos genera una piel más suave y gruesa, lo que se traduce en menos arrugas.
Además, una de las principales actuaciones de estos ácidos sobre el cutis es la suavidad que aportan tras la exfoliación que se produce. Actúan para reducir las líneas de envejecimiento más visibles y alisando la textura de la piel y su elasticidad.
Los ácidos hidroxiácidos, debido a su profunda penetración y su alto contenido hidratante se emplean en el tratamiento de varias enfermedades dermatológicas. Desde el acné o el tratamiento para la piel seca hasta la pigmentación irregular asociada al embarazo o a las píldoras anticonceptivas.
En definitiva, estos ácidos actúan en la piel introduciéndose en las capas de la dermis y favoreciendo la creación de colágeno y expulsando la piel muerta mediante exfoliación.
¿Es lo mismo alfa Hidroxiacidos y AHA en cosmética?
Los ácidos hidroxiácidos se emplean, como se ha visto, en cosmética ya que están convirtiéndose en una de las revoluciones más potentes en este sector. Por sus potentes principios activos y su eficacia, la cosmética los emplea para el contenido de cremas y sérums y también se pueden encontrar escritos como AHA (ácidos cosméticos para la piel).
Sea cual sea le nombre por el que aparezcan, alfa hidroxiácidos o AHA, en el mundo de la cosmética significa que su componente es el mismo, una serie de ácidos naturales cuyas moléculas permiten extraer beneficios para la salud y la estética de la piel.
Tipos de alfa Hidroxiacidos: beneficios en tu piel
Existen varios tipos diferentes de AHA, es decir de alfa Hidroxiacidos, y cada uno de ellos tendrán unos beneficios concreto. Para descubrir cuál es el más indicado lo mejor es acudir a un experto médico estético para recibir el asesoramiento adecuado.
Estos tratamientos con diferentes tipos de ácidos comparten las propiedades hidratantes e iluminadoras por la formación de colágeno, como se ha mencionado. Pero además, todos estos ácidos son iluminadores y unificantes, es decir, sirven para el tratamiento de manchas en la piel.
Ácido glicólico idóneo para eliminar manchas
Este ácido se extrae de la caña de azúcar y debido a su pequeño tamaño molecular penetra de forma más rápida y efectiva en la piel. De esta forma, aporta suavidad y uniformidad, es decir ayudará a eliminar las manchas, sobre todo causadas por el sol o la edad que necesita una potente hidratación.
Ácido láctico, hidrata la piel más sensible
Las pieles sensibles han de recibir siempre un cuidado especial, por eso el ácido extraído de la leche, el láctico, aportará una hidratación profunda y necesaria para este tipo de pieles que además no daña la piel y añade luminosidad y uniformidad extra.
Ácido cítrico, el antioxidante que no daña
Este ácido está presente en muchas frutas, especialmente en los cítricos como limones, limas, naranjas o pomelos. Tiene mayor peso molecular y se emplea como antioxidante. Además regula el Ph de los cosméticos en los que se encuentra haciéndolos más adecuados para la dermis y menos agresivos. Aclara de gran manera las hiperpigmentaciones e ilumina el rostro.
Ácidos málico y tartárico, aliados frutales en la piel
El primero de estos ácidos, el málico se extrae de las manzanas y ayuda a acelerar el metabolismo cutáneo. Por su parte, el ácido tartárico se extrae de las uvas y sirve para aclarar la piel, es decir para ayudar con las manchas solares y que aparecen por la edad.
El cuidado de la piel se basa en la utilización de productos de calidad y de los más indicados según el tipo. Uno de los tratamientos clave durante todo el año, pero especialmente en la época otoñal y de invierno son los hidroxiácidos. Aportan exfoliación, expulsan las células muertas y, lo más importante, hidratación profunda para el rostro.