Aunque el acné siempre se ha relacionado con jóvenes, lo cierto es que, en adultos, es provocado por las hormonas o la exposición a ciertos agentes externos. Y, por supuesto, esto sigue siendo una afección de la piel que afecta a muchos jóvenes y adolescentes. Gracias a los avances en la tecnología, hoy contamos con tratamientos muy eficaces como el peeling para el acné, que es capaz de eliminar las marcas y cicatrices que este provoca. ¿Cuántos tipos de peeling hay? ¿Cuál es el más adecuado para tratar este problema?
Los diferentes tipos de peeling para el acné
Se ha demostrado que el peeling facial es uno de los tratamientos faciales estéticos más efectivos contra las marcas de acné; sin embargo, dependiendo de la gravedad de este, de los tipos de acné, del tipo de piel, de las circunstancias de cada paciente y sus necesidades, hay tres tipos de peeling que se pueden elegir: salicílico, láctico y glicólico. Te explicamos las características de cada uno para que reconozcas cuál sería el más efectivo en tu caso.
Peeling salicílico
El peeling de ácido salicílico es el más utilizado para el tratamiento del acné y todas sus consecuencias. El ácido utilizado proviene del abedul y el sauce, y ha demostrado tener grandes propiedades anti bacterianas y antisépticas, por lo que combate las espinillas y comedones.
Con él se realiza un peeling químico superficial que provoca una exfoliación suave de la piel. Su aplicación produce una descamación y renueva la piel, pues elimina todas las células muertas e impurezas, lo cual permite atenuar arrugas, cicatrices de acné y marcas para mostrar una piel más tersa, limpia y suave.
Aunque es un tratamiento que se puede aplicar en cualquier tipo de dermis, está indicado especialmente en aquellas que tienen acné o mucha grasa. Siempre se realizará el tratamiento tras una limpieza del cutis que elimine todo el sebo y restos de células.
Peeling láctico
El peeling láctico se realiza con un ácido que proviene de la proteína de la leche vegetal. Es muy utilizado para ablandar las capas más superficiales de la piel de forma poco abrasiva. De hecho, es uno de los principales componentes de muchas cremas, cosméticos, mascarillas y terapias anti-edad.
Se utiliza para exfoliar la piel sin intervenir en las capas más profundas del tejido, y eliminar así las células muertas, activar la circulación sanguínea y limpiar los poros de forma profunda para estimular la regeneración de las células del tejido cutáneo. De este modo se lucha contra el acné, ya que reduce el tamaño de los poros abiertos y produce un efecto calmante cuando la piel está irritada.
Peeling glicólico
El peeling glicólico se realiza con el ácido glicólico, que se obtiene de la caña de azúcar, y ha demostrado ser muy eficaz contra marcas, manchas y cicatrices, así como para tratar afecciones como el acné. Con tan solo una aplicación, se pueden notar los buenos resultados en el rostro.
Este peeling se aplica para actuar en la epidermis, es decir, de manera superficial, para eliminar las capas de células muertas y renovar el tejido, mejorando la apariencia de la piel. También ayuda a la absorción de otros productos y tratamientos de belleza, unifica el tono de la piel aportándole luminosidad, reduciendo los poros y atenuando las arrugas.
Al ser un tratamiento de origen vegetal, no se le conocen contraindicaciones ni alergias, y ofrece un efecto calmante y reparador que favorece la regeneración de la piel.
Cómo cuidar tu piel después de un peeling para el acné
Dado que el peeling ejerce un efecto exfoliante en la piel, y esta se queda más expuesta a los factores externos, es importante incidir en ciertos cuidados tras realizar el tratamiento. Estos son los más adecuados:
- Hidrata diariamente la piel tanto por dentro como por fuera. Esto significa que debes aplicar productos tópicos sobre ella, pero también mantener tu organismo hidratado para que la piel luzca más luminosa y cuidada.
- Evita el agua caliente, ya que esta reseca la piel y la hace lucir deshidratada. Cuando tengas que ducharte, hazlo con agua tibia y sin utilizar jabón.
- Durante los primeros días es mejor evitar el uso de maquillaje y otros productos químicos que podrían dañar la piel.
- Evita tocar el rostro, especialmente si no te has lavado las manos antes. Piensa que la piel se ha quedado expuesta, y que cualquier pequeña bacteria podría causar daños.
- Hay que tener cuidado con el sudor, evitando situaciones que lo provoquen, pues la piel se podría irritar.
- El agua del mar y la piscina también puede ser perjudicial en estos momentos, por lo que debes evitarla a toda costa. Es por ello que los profesionales no recomiendan hacerse un peeling para el acné en verano.
- Evitar la exposición al sol directa y, aunque no sea verano, cada vez que salgas a la calle utiliza una crema de protección solar alta.
- Las cremas cicatrizantes pueden convertirse en un excelente complemento tras un peeling. Eso sí, asegúrate de que no contienen demasiados agentes químicos y de que están indicadas para pieles sensibles.
- Elige una rutina diaria de limpieza facial con productos que contengan retinoides, pues favorecen la producción de colágeno y el recambio celular consiguiendo una mejor firmeza y textura de la piel.
- Una alimentación equilibrada y rica en vitaminas, minerales y antioxidantes, te permitirá lucir una piel más sana y luminosa, y potenciará los efectos beneficiosos del peeling para el acné.
Por tanto, hemos visto que hay tres tipos de peeling para el acné, cada uno indicado para tratar distintas intensidades de esta afección. Recuerda que siempre debes acudir a centros profesionales y cualificados para realizar tratamientos estéticos como éste, y dejarte guiar por los expertos para saber qué tipo de peeling para el acné es mejor en tu caso. En nuestros centros Hedonai estamos preparados para realizar cualquiera de ellos. Pásate a visitarnos, y te asesoraremos en todo lo que necesites.