Existen al menos 6 tipos de verrugas diferentes y su origen no siempre es el mismo. Si bien es cierto que una verruga es algo muy habitual entre las personas y muy fáciles de identificar cuando aparecen. Las verrugas son elevaciones en la piel provocadas por la infección de un virus, más concretamente el del papiloma humano, dentro del cual se pueden encontrar hasta un centenar de subtipos. Por lo general no son dañinas, aunque en algunos casos concretos pueden serlo; por lo que es importante revisarlas con un especialista. Además, muchas veces, sí producen una gran molestia estética.
Identificamos los tipos de verrugas que puedes tener
Al tratarse de un virus, las verrugas se transmiten mediante una infección, por lo que se puede decir que son de fácil transmisión. Según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SMEG), la mayoría de ellas son inofensivas y salvo las plantares, no suelen producir dolor, pero sí son antiestéticas en muchas ocasiones.
Existen 6 tipos de verrugas:
Verrugas vulgares
Como su nombre indica, son las más comunes y suelen ser de forma redondeada y rugosa. Los lugares donde aparecen con mayor frecuencia son las manos y los pies, habitualmente entre los dedos. Otros lugares donde pueden aparecer son la cara, el cuero cabelludo o el cuello; de manera individual o agrupadas. Debido a su localización tan visible, suelen ser las más antiestéticas.
Verrugas genitales
Se les conoce también por el nombre de condilomas y suelen ser más blandas que las anteriores. Como su nombre indica, aparecen en la zona genital o alrededor de esta, como en las ingles. La particularidad de estas verrugas es que se transmiten principalmente por vía sexual. Además, se trata de unas verrugas que debido a su consistencia pueden generar heridas y sangrados, lo cual facilita todavía más su transmisión.
Verrugas filiformes
Estas verrugas son muy específicas debido a su forma y a su localización. Se suelen encontrar en lugares como los párpados y el cuello, por lo que es frecuente confundirlas con las verrugas vulgares. Sin embargo, a diferencia de estas, que suelen ser redondeadas, las verrugas filiformes son alargadas y más blandas que las comunes.
Verrugas subungueales y periungueales
El nombre que reciben estas verrugas se debe a su localización específica, ya que suelen aparecer o bien alrededor de las uñas o bajo estas.
Se trata de unas verrugas poco habituales, debido en gran parte a la dificultad de localizarlas. Además, son un tipo de verrugas que suele desaparecer alrededor de los 6 meses, por lo que apenas hay que tratarlas.
Verrugas planas
Estas son otras de las más habituales, aparecen en la piel desde edades tempranas hasta la adolescencia. No tienen tanto relieve como otros tipos de verrugas y se caracterizan por una tonalidad más blanca o rosada. Suelen presentarse en grupos muy densos, sobre todo en el rostro, aunque pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo.
Verrugas plantares
Son unas de las verrugas que pueden llegar a ocasionar mayores molestias debido a su ubicación, la planta del pie. El contacto constante hace que el roce produzca molestias e incluso heridas. Por este motivo, es uno de los tipos de verrugas que recibe tratamiento en la práctica totalidad de los casos.
¿Cuándo debes preocuparte entonces por una verruga?
Como adelantamos al inicio, no suelen ser peligrosas. Sin embargo, existen casos en los que sí. Se recomienda consultar a un médico cuando:
- Cambian de aspecto o producen dolor.
- No se resuelven con los tratamientos habituales, o incluso aparecen más.
- Si dudamos de si realmente son verrugas.
Para evitarlas, lo mejor es la prevención. Así que lo más recomendable es ser aseado, no morderse las uñas, y no tocar o arrancar la verrugas. Acude a un profesional que te ayude a eliminarlas de forma segura.