Un importante avance de la medicina estética es el relleno de pómulos con ácido hialurónico. Este método se ha convertido en un recurso eficaz y con pocos riesgos para recuperar el tamaño de los labios o corregir ciertas imperfecciones del rostro, como las arrugas, e incluso para perfilar la nariz. Pero también es un gran aliado para tener unos pómulos y mejillas perfectos.
¿En qué consiste el relleno de pómulos con ácido hialurónico?
El relleno de pómulos con ácido hialurónico es un tratamiento que consiste en unas microinyecciones cargadas con alta concentración de este compuesto. Con ellas se consigue de manera inmediata un resultado natural que tiene una duración aproximada de 12 meses.
Aumentar el pómulo de este modo da la posibilidad de definir y mejorar nuestras facciones. Una vez tomada la decisión de retocar esta parte del rostro, la primera acción es acudir a un centro especializado. Es allí donde un médico llevará a cabo la primera revisión para ver qué necesidades tiene el rostro del paciente y poder recomendarle la mejor opción.
Previamente a la aplicación del tratamiento se hace una limpieza en profundidad del rostro. A continuación, se aplican las inyecciones de ácido hialurónico en la zona de los pómulos, definiendo dicha zona según las necesidades de cada paciente. El número de viales de ácido hialurónico varía dependiendo de cada paciente y, por supuesto, de lo que indique el especialista.
Tras practicar las inyecciones se realiza un suave masaje con el objetivo de distribuir correctamente el ácido por todo el pómulo.
La sesión suele durar alrededor de 45 minutos y, tras ella, el rostro podrá enrojecerse levemente, lo cual es normal y no debe ser motivo de preocupación. La leve hinchazón y el enrojecimiento desaparece en un par de días, pero el rostro muestra una mejora desde el primer momento.
Tras las inyecciones es habitual que el médico recomiende una sesión de mesoterapia facial para introducir más hidratación a la piel y lograr que esta se recupere antes de manera completa.
¿A quién va dirigido este tratamiento?
Este sencillo y efectivo tratamiento está dirigido a personas que quieran mejorar el aspecto de su rostro y que hayan perdido volumen en los pómulos, algo que tiende a dar aspecto poco definido de la cara y a entristecer el rostro. Esto suele ocurrir con el paso de los años.
La pérdida de volumen en el rostro en general, no solo en los pómulos, se produce entre otros motivos por falta de colágeno en la piel y elastina, las proteínas responsables de mantener el tono de la piel del rostro. Cuando esto sucede se incrementa la flacidez, pero el ácido hialurónico permite renovar la firmeza cutánea para tener un rostro rejuvenecido y terso.
¿Cuándo se recomienda?
El ácido hialurónico en pómulos se recomienda cuando el paciente quiera conseguir un rostro rejuvenecido y definido, siempre bajo las recomendaciones del personal especialista en medicina estética.
En general, se recomienda cuando se ha superado la treintena, ya que a partir de los 25 años es cuando comienza a disminuir la producción del colágeno y la elastina que mantienen firme el rostro. Ese es el momento en el que comienzan a aparecer las arrugas y la flacidez. En cualquier caso, se puede realizar siempre que se quiera una mayor proyección y definición de la zona.
Es necesario puntualizar que este método no está indicado en determinados casos:
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Cuando se ha realizado una cirugía de pómulos con una antelación menor de un año.
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Si se ha aplicado un tratamiento facial en las últimas cuatro semanas.
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Si se tienen implantes en los pómulos.
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Si se tienen quemaduras solares en el rostro. Es recomendable realizar el tratamiento en otoño o invierno.
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Si se padece de alguna enfermedad dermatológica o autoinmune, dependiendo de cuál sea y en base a lo que aconseje el médico, es posible que tampoco sea recomendable.
Ácido hialurónico: natural y seguro
El relleno con ácido hialurónico es un método seguro y eficaz para llevar a cabo muchos retoques estéticos. Es una sustancia natural que se encuentra en partes del cuerpo como los cartílagos, las articulaciones y la piel. Por este motivo no tiene apenas efectos secundarios, a excepción del leve enrojecimiento e hinchazón iniciales, y es absorbido sin dificultad por el organismo.
Este tipo de ácido permite retener las partículas de agua en la piel, haciendo que esta permanezca hidratada, firme y tersa. Además, contribuye a la regeneración de la propia dermis, por lo que es beneficioso para eliminar arrugas e imperfecciones varias y para conseguir una piel rejuvenecida y sana. Además, este tratamiento no solo aumenta y reafirma los pómulos, sino que mejora el aspecto exterior de la piel, rellenando arrugas si las hubiese y dejando la piel más tersa y suave.
El relleno de pómulos con ácido hialurónico es la mejor alternativa para aportar tersura y suavidad al rostro cuando este ha comenzado a perder colágeno y firmeza, además de ser la forma perfecta de recolocar los rasgos del rostro. Un tratamiento sencillo y eficaz que siempre ha de ser llevado a cabo por médicos especialistas para lograr el resultado deseado.