Las quemaduras por láser son el temor de muchos pacientes que deciden someterse a un tratamiento estético para eliminar definitivamente el vello corporal. El riesgo de quemaduras por depilación láser es muy bajo. Aún así, si ocurriera suelen desaparecer mediante los cuidados oportunos.
Es importante consultar al médico antes de la primera sesión para informar sobre los medicamentos que tomas o factores que pueden afectar al tratamiento, y evitar así las quemaduras del láser.
¿Puede la depilación láser hacer quemaduras?
Todo tipo de pieles pueden sufrir quemaduras. Pero las quemaduras por depilación láser pueden variar en función del tipo de piel, láser empleado y de lo prolongado de las sesiones, entre otros factores.
En pieles morenas o bronceadas se ha disminuido la posibilidad de quemaduras gracias a los avances tecnológicos en los últimos años, como el láser Soprano o Diodo. En pieles claras si el vello es oscuro , la posibilidad de cualquier efecto secundario disminuye drásticamente y con ello las posibilidades de cualquier lesión térmica.
Utilizando el tipo de láser adecuado y atendiendo las indicaciones de los especialistas la probabilidad de estos efectos secundarios es muy baja.
Cómo hemos comentado, es muy importante informar al médico o especialistas, sobre los medicamentos que tomas o factores que pueden afectar al tratamiento. De esta manera, podrás evitar cualquier efecto secundario, como las quemaduras.
¿Qué hacer y cómo tratar una quemadura hecha por el láser?
Si ya has sufrido una quemadura tras una depilación láser, antes que nada debes apreciar el grado de gravedad que presenta. Las más leves son manchas rojizas, que acaban transformándose en marrones, como un bronceado. Las que pueden requerir mayor atención son las que llegan a formar ampollas; en estos casos se prevé una mayor profundidad, que un médico deberá determinar.
Ante todo tipo de quemadura, debes evitar el contacto con fuentes de calor. Una de las más perjudiciales es el sol, que aumenta su peligrosidad con los rayos ultravioletas que transmite, los cuales, ya de por sí, producen quemaduras en la piel ante una exposición prolongada.
Tras una sesión láser, se pueden producir leves rojeces, que deberán cuidarse igualmente. Estas son quemaduras muy superficiales, normales en un tratamiento estético de este tipo. Tras cada sesión, el especialista te recomendará que evites los baños de agua caliente, que no te roces la piel con prendas muy ajustadas, intentando llevar ropa holgada y que, en ocasiones, si lo requieres y sobre todo los dos primeros días, que tomes algún antiinflamatorio.
La aplicación de hielo es un calmante muy natural para una quemadura de láser, además de ayudar a bajar la inflamación. También, el uso de cremas, como las que llevan aloe vera, permite regenerar los tejidos dañados, debido a su función reparadora.
Ante todo, la mejor precaución consiste en hacer caso en las indicaciones de los especialistas y de realizar un examen previo para que puedan evaluar el tipo de tu piel y utilizar el mejor tratamiento en cada caso. Una vez que has hecho lo correcto, entre las distintas sesiones, te irán aconsejando acerca de las medidas para que tu piel esté cuidada y puedas llegar sin problemas a la siguiente sesión.
¿Puedes hacerte el láser después de una quemadura?
Como te indicamos antes, el especialista suele determinar el tiempo que debes esperar entre las diferentes sesiones. Esto se hace con el fin de que tu piel se recupere adecuadamente y no tenga que sufrir las consecuencias de una quemadura mayor.
Es así como la respuesta a esta pregunta tiene su lógica. Si has sufrido una quemadura, hasta que se sane, no podrás recibir nuevamente tratamiento láser.
Todo cuidado no está de más, cuando se trata de la depilación láser. Por eso, lo mejor será que hagas todo tipo de preguntas y no dejes una duda en el aire.
Las quemaduras por láser no pueden pasar de efectos superficiales y de fácil recuperación. Ante la aparición de ampollas, ve a un centro médico. No dejes de hacer caso al especialista tras la aplicación láser.