Cuando aparecen los signos de dermatitis atópica en la cara, suelen ser debidos a brotes cutáneos. Este problema, que suele tener una base genética, es más sencillo de diagnosticar cuando ya se han comprobado otros casos en la familia. Por lo general, sus síntomas son muy molestos además de hacerse evidentes en la piel del afectado.
Aunque es una enfermedad que no tiene curación, la dermatitis atópica puede tratarse con el fin de aminorar su sintomatología, influyendo así en una mejora estética de la epidermis. Analizamos los mejores tratamientos y soluciones para disminuir sus efectos.
Síntomas de la dermatitis atópica en el rostro
La piel atópica se hace perceptible cuando participan varios factores. Un ataque de asma, la exposición a un clima extremo o a productos químicos, como jabones que no respetan el pH neutro, pueden ser los desencadenantes de un brote de este tipo de dermatitis.
Esta puede aparecer a cualquier edad. En muchos casos, tras iniciarse en la infancia, llegan a desaparecer sus síntomas al llegar a la pubertad. Más complicado es en la etapa adulta, ya que sus síntomas suelen prolongarse en el tiempo.
Se suele extender por todo el cuerpo llegando las señales incluso al rostro, significando un problema estético que llega a afectar la autoestima de muchas personas.
La sintomatología derivada de este tipo de enfermedad cutánea atiende a:
- Piel seca (xerosis).
- Protuberancias.
- Ampollas.
- Costras.
- Inflamación epidérmica y rojez.
- Bultos que llegan a liberar líquido tras el rascado.
- Eccema crónico.
- Engrosamiento.
- Cambios en la tonalidad de la piel.
- Irritación cutánea.
Cuidados concretos para pieles con dermatitis atópica
Dada su aparición en las diferentes etapas, es preciso acudir a un especialista que indique, según cada caso, el tratamiento a seguir.
En las personas adultas, una vez diagnosticado este problema se atenderá a reducir los síntomas mencionados anteriormente. La enfermedad no tiene cura pero con unos sencillos consejos se puede lograr un gran alivio, además de aminorar sus efectos sobre la piel.
Teniendo en cuenta la necesidad de evitar exponerse a agentes químicos, así como buscar la mejor protección ante los rayos ultravioleta y el frío intenso, se conseguirá aliviar el malestar que produce la dermatitis.
Además, hay que tener en cuenta otros factores que afectan directamente a la piel, la cual puede mostrar un empeoramiento ante otros problemas como el asma bronquial, resfriados, la exposición al moho, la gripe e, incluso, el estrés. El contacto con tejidos como la lana puede desembocar en un mayor picor, aumentando el resto de síntomas.
Previniendo aquello que perjudica a la epidermis se conseguirá sobrellevar mejor la enfermedad, siempre siguiendo una serie de cuidados elementales:
- La aplicación de cremas o geles que contengan corticoides.
- El uso de humectantes para evitar el picor.
- La toma de antihistamínicos para disminuir la comezón.
- Usar guantes si hay necesidad de rascarse, con el fin de que las uñas no se pongan en contacto con la piel (en este caso, tenerlas cortadas).
- Poseer un humificador en la casa, para mantener la humedad en la misma.
- Realizar duchas, en vez de baños, acortando lo máximo posible el contacto prolongado con el agua.
- No frotar la piel durante mucho tiempo.
- Aplicar ungüentos o lubricantes después de la ducha, con el fin de mantener la piel hidratada.
La opción de acudir a una clínica estética
Ante este tipo de enfermedades se requiere mucho apoyo para sobrellevarlas, dado su carácter crónico. Sabiendo que no siempre los medicamentos cumplen con el alivio que requiere cada paciente, según su grado de afectación, es preciso buscar otras alternativas, como las que ofrece una clínica estética especializada.
En este sentido, se puede acceder a tratamientos innovadores que consiguen reducir la aparición de sus síntomas, especialmente en el área del rostro, que tanto suele preocupar.
La mesoterapia facial, en el caso de esta enfermedad, se aplicará para aumentar la hidratación subcutánea, devolviendo al rostro la elasticidad y el brillo que necesita. Mediante microinyecciones se aplica el ácido hialurónico, que trabaja en la regeneración celular, corrigiendo imperfecciones. Además, esta molécula participa en la retención de agua, necesaria para reducir los síntomas de sequedad y picor que produce la dermatitis atópica.
Eternal Skeyndor es un tratamiento regenerador, que interviene en la producción de células madre. A su vez, ayuda al paciente a proteger su cutis de los fenómenos climáticos y medioambientales. Tras exfoliar la zona a tratar se realiza una emulsión de nano-liposomas, aplicando después una gasa criogénica y, seguidamente, una mascarilla. Tras un drenaje, se vuelven a aplicar nano-liposomas pertenecientes a células madre. En apenas veinte minutos, en función de las características de cada paciente, se logra una epidermis suave y mejorada.
La dermatitis atópica es un problema el cual padecen muchas personas y cuyos síntomas pueden llegar a ser desesperantes. Por suerte, con una serie de cuidados preventivos y siguiendo las recomendaciones del profesional, se consigue sobrellevar.