Tratamientos faciales
La flacidez facial es la pérdida de firmeza de la piel del rostro, causada por la disminución de las fibras como la elastina, encargada de proporcionar elasticidad a la piel, y el colágeno, encargado de aportar resistencia a la misma. Esta disminución se debe al envejecimiento cutáneo. Provoca descolgamiento y arrugas en el rostro. Los primeros puntos que muestran esta pérdida de firmeza son el arco mandibular, la papada, los surcos nasogenianos y los párpados.
El fotoenvejecimiento y el tabaquismo son las causas más frecuentes de flacidez, ya que el exceso de radiación solar y la mala oxigenación pulmonar por el tabaco aceleran la oxidación celular, produce deshidratación, aumenta la destrucción de las fibras de colágeno y elastina.
Otros factores que ayudan a su aparición son una dieta baja en proteínas, consumo de tabaco, predisposición genética, fármacos, pérdidas de peso aceleradas y la vida sedentaria.
Para conseguir retrasar su aparición es importante realizar ejercicio físico y llevar un estilo de vida saludable ya que ayuda a estar en buena forma, lo que supone tener unos músculos fuertes y sanos que retrasarán la aparición de flacidez y se encargarán de mantener la piel firme.
Es recomendable usar cremas y sérum reafirmantes, así como cremas antiaging que ayudan a mantener la firmeza de la piel, y muy importante, evitar tomar el sol de forma excesiva.
Para combatir la flacidez facial lo mejor es recurrir a algún tratamiento que no requiera cirugía, que ayude a estimular el colágeno de la piel como la radiofrecuencia, la mesoterapia facial y el relleno de ácido hialurónico, la hidroxiapatita cálcica, el ácido poliláctico, así como las infiltraciones de silicio orgánico y los tratamientos con hilos tensores.