Gracias a la cavitación puedes mejorar la celulitis y la grasa localizada de diferentes partes de tu cuerpo. Se trata de una técnica no quirúrgica que ofrece resultados durante un tiempo prolongado y que ha demostrado ser una forma eficaz de lucir un cuerpo bonito.
La cavitación es un tratamiento de aparatología estética no invasivo. Consiste en la aplicación de ultrasonidos de baja frecuencia a través de un pequeño manípulo con movimientos suaves y circulares de masaje focalizados contra el propio tejido graso.
Ofrece resultados similares a la liposucción, pero con la diferencia de que, en este caso, no hay que pasar por quirófano. Es una alternativa menos costosa, indolora, sin anestesia y que ofrece resultados óptimos sin dejar ningún tipo de cicatriz o señal en la piel.
Se recomienda combinar la cavitación con sesiones de presoterapia para eliminar la movilización de líquidos y potenciar sus efectos.
Tiempo:
40 minutos por sesion
Convalecencia:
no requerida
Sesiones:
6-12
Resultados:
progresivos
Anestesia:
No requerida
Tratamiento en consulta:
No requerido
En la primera cita médica, el especialista te puede requerir análisis clínicos para asegurarse de que tu salud está bien. Por otro lado, te detallará los resultados que puedes obtener con el tratamiento, así como las sesiones que necesitas para lograr los resultados esperados.
Una vez comience el proceso, tendrás que beber entre litro y medio y dos litros de agua antes y después de cada sesión para ayudar al organismo a eliminar las toxinas y la grasa disuelta. También te recomendarán llevar una dieta equilibrada para mantener los resultados del tratamiento, especialmente rica en alimentos diuréticos.
Cada una de las sesiones tendrá una duración de 40 minutos, 20 minutos por lado en las zonas pares. Consiste en la aplicación de un gel que será conducido por el cuerpo con unos rodillos sobre la zona elegida.
Las sesiones son indoloras y lo único que notarás al hacerlas es un leve pitido, fruto del movimiento de la máquina.
La duración del tratamiento dependerá de la fuerza de voluntad del paciente. Este debe ser constante y llevar las sesiones semanalmente a la vez que cuida la alimentación.
Por norma general, se recomienda una media de entre 10 y 12 sesiones, entre las cuales deberá haber un mínimo de 72 horas de diferencia, ya que este es el tiempo que el cuerpo tarda en eliminar la grasa diluida. No obstante, tampoco habrá que dejar que pase demasiado tiempo pues los resultados no se mantendrían. Por ello, lo más recomendable es hacer una sesión semanal.
Los resultados del tratamiento pueden durar entre seis meses y un año, si sigues una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable. Tras este tiempo te recomendamos que hagas algunas sesiones extra para potenciar el resultado.
Las ondas sonoras crean un burbujeo que consigue la ruptura de la membrana de las células adiposas, permitiendo así eliminar un importante volumen de grasa.
A partir de las 3 sesiones se notan los resultados, pero hay que tener en cuenta que la cavitación es un tratamiento que debe ser constante.
En función de la aparatología utilizada y de las necesidades del paciente, existen 3 tipos principales de cavitación:
No, la cavitación no es un tratamiento que por sí solo permita adelgazar. Para conseguir los mejores resultados debe complementarse con una dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicio. Con un estilo de vida saludable y la ayuda de la cavitación el paciente podrá adelgazar.
Después de una sesión de cavitación, el paciente notará una pérdida de volumen. Esta dependerá de la zona y de la reacción del cuerpo, pero puede situarse entre 1 y 2 cm menos de volumen.
No, no es un tratamiento doloroso. El paciente puede notar un ligero zumbido en el oído durante la sesión, debido al funcionamiento de la aparatología de cavitación. También puede notar un hormigueo.
Ambos tratamientos persiguen objetivos similares, ya que se centran en eliminar la grasa de determinadas zonas del cuerpo para mejorar su aspecto. Por ello, lo ideal es combinar ambos tratamientos para obtener mejores resultados.
Las sustancias que se inyectan durante una sesión de mesoterapia necesitan cierto tiempo para actuar en el interior de las células grasas. Con la aplicación de las ondas de cavitación se acelera el proceso y se ven resultados más pronto.
Con las indicaciones de los especialistas se minimizan al máximo los riesgos de sufrir efectos secundarios. Aún así, pueden aparecer efectos leves, que varían en función de la persona y la zona a tratar y que desaparecen a las pocas horas: